Como Fisioterapeuta, a través de más de 25 años de experiencia profesional, he notado, cada vez con más frecuencia, como muchísimas de las afecciones de mis pacientes han sido causadas o relacionadas con sus hábitos posturales.
Así mismo, he visto, que con algunos cambios conscientes y constantes en su día a día se puede producir el balance necesario, para que de manera práctica cada persona tenga las herramientas para lograr una postura natural, armoniosa, y sobretodo efectiva, y así, ser capaz de disminuir y evitar muchas molestias comunes en nuestros días.
Sin embargo, cada ser, con el que he tenido la bendición de interactuar como terapeuta, me ha enseñado que la Postura no es solo el resultado de interacciones osteo-musculares, es decir es algo más que huesos, músculos, fascias y estructuras en balance o desbalance; nuestro cuerpo es la expresión de nuestro ser; sabemos hoy que no somos un cuerpo con alma, sino un alma en un cuerpo, y el balance en estas dimensiones de la vida, es tan importante como pueden ser las mismas técnicas o evaluación que se utilice en una persona en particular.
Mis manos han sido una bendición, y una herramienta maravillosa en mi camino profesional, ellas han aprendido a palpar, sentir alteraciones, dirigir ejercicios, dar masaje, alivio físico, en fin...pero lo más relevante para mí, es que esas manos, en conexión con mi corazón y con mi intuición han desarrollado una sensibilidad que trasciende lo palpable; han aprendido (o han recordado?) a sentir más allá del cuerpo de una persona, a percibir al ser que se presenta con un síntoma, pero que tiene (y es!!!) todo un universo en su interior.
Con el paso del tiempo, y gracias a grandes maestros, colegas, pero sobre todo gracias a mis pacientes y consultantes, he llegado a entender muchos de los puntos clave que pueden tener efecto positivo en la postura, y a su vez cómo ésta influye en diferentes áreas de nuestra vida. Eso es lo que tienes hoy en tus manos.
“Siéntate bien, siéntete bien, es un juego de palabras para ayudarnos a entender que la postura, la forma como nos sentamos y/o paramos tiene un efecto directo en el cuerpo físico, pero también en las emociones, en la energía, en la percepción que tenemos de nosotros mismos, en la autoestima y en lo que proyectamos a los demás; todos estos aspectos a su vez influyen en ella, creándose un efecto circular, donde una parte afecta directamente la otra, llevando a un balance o “desbalance” según cada situación particular.
Con este libro, quiero tener un impacto positivo en el bienestar de las personas, en esos pequeños momentos de los que se forma cada día, en el trabajo, en el descanso, en la forma como usamos esa maravillosa herramienta que es el cuerpo humano, que hemos elegido como el vehículo para cumplir una misión en nuestro caminar en la tierra.
Quiero tener un impacto en TI, que te has dado la oportunidad de leer, aprender, y seguramente producir un cambio positivo en tu vida, ya que no es solo la postura física desde el punto de vista de las estructuras, es la postura de tu Ser, desde el enfoque de lo maravillosamente “sutil”.